A las 7am del mismo día que partíamos rumbo a USA, recibo varios llamados de 2 compañeros. A las 9 despierto completamente y la Xime me dice que a ella también la llamaron. Los dos pensamos: "mierda, perdimos el vuelo... se adelantó seguro". Pero no era eso, La Xime responde el llamado y noto el tono de voz. Algo muy malo había pasado. La verdad, es que todavía no soy capaz de entenderlo completamente. O Aceptarlo.
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Junto con mis compañeros del MBA IP sufrimos uno de los choques más fuertes por los que se puede pasar. Un muy querido amigo nuestro y en especial mio, murió en un terrible accidente. Juan Pablo Gutierrez, "El Colombiano", "El Montoyita".
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Son estos los momentos de la vida donde uno se pregunta "¿Por qué el? ¿Por qué EL de entre todas las personas?". No sé si la impotencia o la rabia que uno siente es sana o no, pero es dificil dejar atrás la sensación de injusticia.
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Más allá de ese tipo de dudas "elevadas" la verdad es que quiero dedicar este par de líneas a Montoyita. Era ese tipo de persona que estaba en el corazón de todos. Ese animal raro en este planeta al que todo el mundo quiere, que nadie encuentra una razón para pensar mal de el. Así era nuestro colombiano. Creo que durante todo el tiempo que tuvimos la suerte de conocerlo, todo el primer semestre del MBA, nos fuimos dando cuenta entre todos que era alguien que estaba más allá de lo normal.
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Era el que hablaba hasta por los codos en clases, a veces grandes aportes y a veces... bueno, digamos que por acelerado no se le entendía mucho. Aguantaba todas las risas de los compañeros cuando decía un "Montoyaso" (llamese Montoyaso a aquel comentario fuera de lugar pero muy divertido). Siempre tenía una sonrisa y un abrazo que te quitaba el aliento, TODOS Y CADA UNO DE LOS DÍAS QUE TE SALUDABA.
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La verdad, es que después de conversar entre todos, nos dimos cuenta que Montoyita había sido un angel que vino a cuidarnos y después partió de vuelta al cielo. ¿Suena locura? No lo sé, la verdad es que da lo mismo por que al menos 70 personas ( alumnos, profes, admin) así lo creemos después de haber estado con el por tanto tiempo.
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Montoyita nos vino a enseñar una lección de vida. Nos enseñó a disfrutar la vida al máximo. De nunca quejarse más de la cuenta porque no vale la pena. Nos enseñó lo que realmente es una amistad y lo doloroso que es el perderla. Nos enseñó a ser pacientes, a no explotar por cualquier cosa. Nos enseñó el verdadero significado de la bondad, algo que creíamos desaparecido en la actualidad. Nos enseñó a ver las cosas buenas y no enfocarnos solo en las malas. Ojalá seamos capaces de absorber todo eso.
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Esto es para todos aquellos que alguna vez perdieron a alguien. Un hermano, un papa, una mamá, un esposo o esposa. Nosotros perdimos a nuestro angel guardian.
Siempre vas a estar con nosotros montoyita, gracias por todo.
