Cuando 24 horas no es suficiente. Que ganas de tener 100 al día para disfrutar al máximo lo que estoy viviendo. Poder dedicarle todo el tiempo que me gustaría al estudio. Poder dedicarle horas y horas a arreglar mi pieza, empezar el álbum de USA, poner las fotos en la muralla, estar con mi primo, disfrutar el mar, sus buenos mariscos. Por sobre todo, disfrutar a toda la hermosa gente que he conocido a presión en esta semana. Son 65 seres únicos que tuve la suerte de tenerlos conmigo y saber que los voy a seguir teniendo ahí hasta que esta increíble historia llegue a su fin… Pero para eso falta muchísimo.
Es una suerte poder estar con tantas culturas en una misma sala, conversar con tantas visiones de mundo diferentes, pero con el mismo objetivo: triunfar y ser diferentes del resto, resaltar, dejar una marca. Debo citar algo que me dijo una de mis compañeras en mi primer día de clases cuando le pregunte, ella estudia periodismo, el porqué entró a este programa. Su respuesta fue simple y concisa: "me aburrí de ganar poca plata". Increíble pero cierto. Hay tantas razones que nos impulsan a cada uno de los 66 que estamos aquí, que podríamos hacer un libro al respecto. Pero lo que si es común es la entrega total de cada uno de ellos por hacer bien las cosas.
Debo decir que esto me tocó una membrana muy fina de mi cuerpo. Es muy diferente estar en un ambiente donde algunos están ahí porque quieren, otros porque los obligaron y quizás otros porque no saben bien donde deberían estar. Aquí todos están porque quieren. En mi caso personal, debo decir que tuve temor en el comienzo de no ser capaz de retomar el ritmo. Cambiar la vida que llevaba hasta que deje Santiago. Trabajar, ganar tu plata, pasarlo de lujo con los amigos... En el fondo, todo perfect.
La duda dio vuelta en mi cabeza 1000 veces: ¿Podré estudiar todo lo necesito para que me vaya bien, realmente bien? Los que me conoces, sabrán muy bien que para mi no existe el punto medio. Tanto para pasarlo bien, como para trabajar, como para mis objetivos de vida. Siempre he sido extremista, y cada día lo compruebo un poco más. Yo no quiero ser del montón, siempre he querido liderar, resaltar. Demostrar que puedo más y cada vez más. Por lo mismo, la duda estaba muy presente y me asustaba.
Recién cumplí una semana de esta nueva vida, todo a salido mil mejor de lo que esperaba. Mis compañeros son realmente un grupo espectacular, apoyan a full. También he tenido la suerte de poder apoyarlos a ellos, siendo uno de los "bebes" del grupo, jajaja. El compañerismo es a otro nivel, ya somos muy unidos. Pero... 24 horas no son suficientes!
Esto recién comienza, se me tensa el estomago de solo pensar en todo lo que viene, las expectativas, los posibles resultados... es increíble. No me quiero adelantar a los hechos, pero ahora se y es lo único que puedo reflexionar en este momento:
Definitivamente, 24 no son suficientes.