sábado, julio 29, 2006

En función de lo que viene

El como afrontarme el futuro es algo que siempre me ha dado vueltas. Saber donde estoy ahora, como estoy viviendo mi presente, si lo estoy disfrutando o no, tiene siempre relación con lo que puede venir a continuación.

Me sorprendo a veces por una capacidad casi insólita de prever lo que va a venir, de saber como afrontarlo y prepararme para ese futuro. Al mismo tiempo, también tengo una capacidad, casi de un niño de 9 años, de no poder fijar metas a largo plazo. ¿Genial no? Esto se presenta como un mix de madurez e inmadurez todo revuelto. Como bien me han definido un par de sicólogos por ahí, tengo una madurez muy dispareja, gozo de ciertos aspectos donde sobrepaso fuertemente la madurez de mi edad (como por ejemplo la comunicación y relación en un ambiente social de adultos) pero por supuesto otros donde mi inmadurez me provoca grandes problemas (la capacidad de afrontar rechazos o bien caídas y fallas).
No siendo ninguna novedad, nadie es perfecto y menos yo. El problema es lograr asumir esa realidad, creyendo estar siempre en lo correcto. A veces en forma sumamente inocente demuestro mi inmadurez, como por ejemplo mi infantil afán de comunicar más de lo que debería. Siempre estoy contando aspectos de mi vida que son muy personales, sin tomar en cuenta la calidad del receptor. Cuantas veces he contado cosas a personas que no debería, provocando un efecto negativo y a veces dañino a todos aquellos que se ven envueltos en la historia. De pasada pedir perdón a todos aquellos que se puedan sentir identificados con estas palabras. Por un lado, puedo acusar de inocencia, de sutil desengaño y confianza en el resto. Pero definitivamente hay cosas que uno se debe guardar y que grande es el arrepentimiento después de haberlo contado!!!
Volviendo al tema, es en parte esta falta de madurez la que a veces afecta fuertemente mi planeación a futuro. Cuantas veces hago planes espectaculares, armo mi vida en un par de segundos con sueños, generalmente no idílicos, suelen ser bastante terrenales. Por otro lado, planeo y digo que voy a hacer mil cosas, escribir un libro, comenzar de una vez por todas mis soñadas artes marciales, terminar el bendito álbum de USA, el ya fantasioso mural de llaveros en mi pieza (más de 7 años llevo diciendo que lo voy a hacer, INSOLITO), etc etc etc. Que les puedo decir, no es que no quiera hacerlo. En un comienzo el impulso es bastante fuerte, las ganas también. Parto como caballo de carrera, investigo, formulo, me preparo y.... BANG, ahí quedó. No muevo un dedo más y empiezo con otra cosa o bien sigo con lo antiguo. Esto me ha pasado más de mil veces, mis padres son testigos de esta ya acostumbrada realidad. (No sé como aún me siguen apoyando en mis locuras, ¡los amo!)
La otra cara de la moneda es bastante marcada también. Cuando me pongo un objetivo entre ceja y ceja, no hay NADA ni nadie que me saque de ahí. ¡¡No hay forma!! Dije que quería juntar plata para irme de intercambio a Emory bien preparado y ahí estuve, más de 3 años ahorrando como enfermo y juntando cada peso. ¡¡Y como valió la pena! Yo quería el computador más potente de Chile y ahí estuve, hasta que lo conseguí.
Es así como viven estos 2 seres extraños y extremistas dentro de mi cabeza. La verdad es que solo se me ocurre una explicación al respecto. Creo que esto se debe a una dificultad por asumir y plantear como reales, metas que al parecer, no están tocando tierra. Aquellas que no parecen como reales, por muy largo o corto plazo que sean, les cuesta asentarse y plantarse en mi cabeza. Otras, que pueden partir acaparando mi motivación con firmeza, pero basta que surga un pequeño improvista de por medio para que mi atención se desvíe y escoja el camino de seguir con mi vida cotidiana. ¿Falta de seguridad? No creo, soy todo menos inseguro. Simplemente las ganas de hacer todo y de todo en la vida, de no poder dejar de lado nada ni nadie... El querer ser excesivamente completo y no perderme NADA... "El piérdete una" como dice la jerga. Lamentablemente esto conlleva muchas veces a dejar las cosas botadas o bien hacer ciertas cosas a medias. Algo muy difícil para alguien como yo que la mediocridad no forma parte de mi vocabulario. LA ABORREZCO, ¿estar en el medio? UFFFF ni en sueños.
Bueno, creo que nuevamente hablé un poco más de lo que debía jejeje, pero que puedo hacer, todo este blog es clara expresión de mi continua necesidad de comunicarme con el resto. Solo me queda continuar y seguir dando el máximo en todo aquello que soy capaz de hacer. ¡C'est la vie!

2 comentarios:

Cristián Bravo dijo...

Un erudito fue a conocer a un sabio maestro en búsqueda de conocimiento. “Maestro, he viajado una gran distancia para conocerlo, con el deseo de beber de su océano de conocimiento. Por favor, ilumíneme”.

El maestro le ofreció sentarse. Tomó una tetera de la mesa y vertió el té en una taza ya colmada. Alarmado por el comportamiento del maestro, el buscador le recordó apresuradamente, “pero la taza ya está llena...”.

“Tú también”, dijo el maestro sin alterarse.

Creo que estos nos pasa a todos de alguna u otra forma en nuestras vidas.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Life is about balance and you would not exist if you caused
life to be out of balance.

You have a purpose, a reason for being the way you are, that's what makes you special & unique.

LU,

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