Hoy es sábado

7:45am. Suena el despertador. 1, 2, 3... 10 veces. Finalmente soy capaz de abrir los ojos. Es sábado, día libre? JA, sueña! Obligo a mis pies que me guíen al baño, claramente mis ojos no pueden, solo son capaces de mostrarme una cierta niebla matutina. Llego al baño y con un mecanicismo casi automático en tiempo record me pongo esos 2 plastiquitos que me permiten funcionar. Como cada día, doy vuelta mi cabeza y miro a mí alrededor riéndome de lo ciego que puedo llegar a ser.

5 minutos más de fugaz sueño apoyado contra la muralla de la ducha, uno de los mejores momentos del día. Me visto tan acelerado como siempre, intentando convencerme que mañana si me voy a levantar con más tiempo, SEGURO! Un vaso de leche, cereal y vuelvo al baño para ponerme un poco de perfume. (Uno de mis vicios) una última mirada para ver QUE se me olvida, porque siempre se me olvida algo.

8:30. Para variar saliendo justo. Doy vuelta la llave, subo el volumen de la radio para escuchar nuevamente el mismo CD que siempre prometo cambiar. Ahora turbito nuevamente listo para llevarme donde quiera, fiel compañero.

8:40. Ella me espera en 15 c/ San Martin. Una sonrisa, ahora si comienza el día.

9:00. Entramos ahora a 5 horas de sueño en vida, estadísticas. Ufff, entretenidísimo!

14:00. Pasa el suplicio y ya pensamos que somos libres, pero no falta algún compañero que llega y dice "Sebas! Bueno y a que hora nos juntamos a estudiar?" MIERDA, no hay caso. Es sábado? JA, sigue soñando. Ahora los libros son nuestros compañeros hasta la noche, nada emocionante que decir.

23:00 a 1:00am. Finalmente ya entrada la noche viene aquel milagroso sonido: "You have a call"(mi erótica secretaria que me avisa cada llamado) contesto y más milagrosas son esas palabras "Seba! Que haces? Te venez al Tutix vieejo? esperaate, no podes seguir ahiii.. Ya te esperamos ehh?" En 5 minutos estoy listo en el Tutix. POR FIN ES SABADO!!!. Nada que hacer, más fuerte que yo!

Después de horas de rumba, no descriptibles en un texto serio, la responsabilidad que aun queda me obliga a darle fin y largarme.

Me acuesto después de volverme ciego nuevamente y me doy cuenta de que estoy completamente listo para otro sábado.