jueves, mayo 25, 2006

La historia sin fin

Si puedo hablar de un libro que marcó mi infancia es este. ¿Que puede ser mejor que un libro que jamás termina? Cada vez que decía "pero eso es otra historia", se me formaba un nuevo libro en la cabeza. Me detenía a pensar y a soñar en esa historia. Después de creada continuaba leyendo el siguiente capítulo. Cada vez que leía el libro nuevamente hacía lo mismo pero con historias diferentes. Me detuve... no se porqué pero deje de leer el libro Hoy sigo creyendo que la próxima vez que lo tome inventaré nuevas historias.

Historias sin fin. Puede que esto no sea tan bello en otros ámbitos de nuestra vida. El hombre le gusta tener los objetivos claros. Concretos. A veces nos gusta volar, salir de nosotros mismos y tratar de tener los pies en el aire por un rato con tal de desligarnos de la realidad. Pero, por lo menos mi caso, siempre es buscando entender la realidad de una mejor manera. No creo en el destino, nosotros hacemos nuestro futuro. Por lo mismo, hay que intentar hacerlo de la mejor manera posible.
Pero por supuesto ¿es bastante más fácil hablar que actuar no? Quizás mi pasado me amarra a seguir con una actitud creadora. Veo historias donde no las hay. Creo mundos donde solo hay vacío. ¿Bueno? ¿Malo? No es mi decisión, definitivamente, no es mi decisión. Se puede decir que siempre es bueno mantener la esperanza, pero hay que ser capaz de entender los límites. Hasta donde llego... Hasta donde puedo ser capaz de llegar dentro de la historia. ¿Puede que sea tan profunda la integración que pienses ser parte de ella? ¿Creer que siempre estuviste ahí?, ¿siempre te tocó a ti tomar las decisiones? ¿Creer poder hacer lo mejor para los personajes de tu historia?
Nuevamente donde no te llamaron. Dios santo chico... ¿no aprendes eh? lograste sembrar la duda, incertidumbre. Plantaste la semilla.
Quien sabe, quizás por eso nunca más leí el libro.

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