domingo, julio 06, 2008

Un dìa en el 2015


Con esfuerzo abro los ojos. Martes, si... tengo q ir a trabajar. Pero son las 6:15am y el llanto de Jean Paul a través del transmisor me despierta como todos los días. "Baby... no te toca hoy a ti?" Me respondes como siempre que pregunto: "Sabes que no... Go change him". Me levanto con un esfuerzo casi sobrehumano y con ese enojo del que tiene sueño. Camino hasta el segundo piso y paso a ver primero a Fernanda que duerme ya en su propia habitación. Abro suavemente la puerta (siempre un poco abierta porque odia que la cerremos) y veo su cara, todo ese desagrado de despertar temprano se desvanece en milesimas de segundos. La admiro un poco más y le doy un beso mientras la vuelvo a arropar. Dejo la puerta tal como estaba y sigo para apaciguar a Jean Paul. Apenas entro a la habitación su llanto cambia rápidamente. Sabe que llegue... Lo tomo en brazos y le doy su mamadera. Mientras lo balanceo suavemente en mis brazos disfruto esos 10 minutos de paz de todas las mañanas. Llegas tu un par de minutos después y me lo quitas para poder cambiarlo. Te doy un beso en la frente y parto a la ducha, ya son casi las 7:15.

Mientras me ducho, pienso en la reunión con el cliente que se viene hoy en la tarde. Quizás, una de las más importantes de mi vida. Si el proyecto sale y cierro bien, es probable que me suban a socio. Todo el esfuerzo valió la pena, esos años en Argentina... Despierto de la ensoñación y me seco con rápidez. Como siempre, me pongo los boxers y la camisa en el baño porque es muyyy probable que... Si, ahi está Fernanda en nuestra cama viendo televisión con cara de culpabilidad. Le regalo una sonrisa y bajo a la cocina para preparar el desayuno.

Les grito que me digan que quieren como si ya no lo supiera (Huevos revueltos, batido HL y tostadas). Mientras preparo el desayuno ordeno mentalmente los puntos a seguir en la reunión y como atacar al cliente para que vea nuestros mejores avances y no se apoye en lo que no se pudo dar. Cuando bajas con Fernanda me sacas de mis pensamientos con un beso. Te tomas tu batido y como todas las mañanas antes de que empieces a trabajar, te vas a trotar por media hora. Yo subo a Fernanda al auto para ir a dejarla al colegio. Durante todo el camino me cuenta las nuevas peleas y enojos de sus tan amadas muñecas como si fuese lo más importante del mundo. Yo con una sonrisa le intento dar toda la atención e importancia posible. Ya en el colegio, con un beso apretadisimo se despide de mi para ir a jugar con sus amigos.

Ya cerca de las 12:30, me llamas y me preguntas que como me ha ido. Siempre dandome más atención de la que yo te doy. Te pregunto si quieres almorzar sabiendo de antemano la respuesta. A la 1 en el restaurante. En nuestro restaurante. Te veo llegar vistiendo uno de tus últimos diseños. Como siempre, esperando que te de un corto analizis de como lo encuentro y por supuesto, que te diga lo bella que te ves (lo que nunca es mentira). Me cuentas mientras comemos sushi, sobre los últimos acontecimientos.... Las últimas tendencias... los nuevos diseñadores... los mercados a atacar y por supuesto los números. Después te cuento como va mi proyecto y cuando creo que me subiran. Nos despedimos de un beso ya que tienes que ir a buscar a Fernanda al colegio.

A las 7pm, me bajo del auto con un cierto cansancio en mi cuerpo. feliz, pero cansado. Todo salió bien. Todo va viento en popa. Entro a la casa y te veo en tu escritorio peleando (para variar) me imagino que con algún proveedor. Te dedico una sonrisa y como hoy es martes subo rápido para bajar igual y mostrarte un palo de golf y un raquet de tennis. Sin extrañarme veo que apuntas el raquet. Tennis será. Te dejo pelear un poco más y subo rápidamente a cambiarme, no sin antes avisarle a Angela que nos ibamos al Club.

Después del partido, volvimos exaustos a la casa. En el camino escuchamos Arjona mientras Fernanda duerme placidamente en los asientos de atrás y tu me miras con cara de "quiero cama... ya". Cuando llegamos a la casa tu te escapas rápidamente a ducharte porque sabes que sino vas a tener q cocinar. Subo y acuesto a Fernanda mientras tu antes de ducharte vas a ver como está Jean Paul. Fernanda como siempre me pide que le lea alguna de mis historias. Nunca es la misma, le encanta que le invente algo nuevo cada noche. Ni siquiera llegué al desenlace cuando ya estaba profundamente dormida. Bajo cuando ya la comida estaba casi lista y nos pongo la mesa. Bajas en tu bata blanca con el pelo mojado y pegado en tu espalda. Siempre has sabido cuanto me provoca.

Nos sentamos a comer y disfrutamos del silencio por unos minutos, después nos contamos brevemente el resto del día después de que no nos vimos. Hacemos un par de planes y hablamos de los niños. Después de dejar las cosas en la lavadora, abrazados nos vamos a nuestra habitación y no te dejo siquiera llegar a la cama...

Cansado y con la respiración agitada, me voy al baño para lavarme los dientes no sin antes mirarte semi desnuda tapada solo por las sábanas. Mientras me lavo los dientes miro al espejo y sonrio... sin razón aparente.

Vuelvo a la cama y te envuelvo en mis brazos. Semi dormida me tomas la mano y quedas totalmente silenciosa. Después de apagar la luz del velador, miro el techo y sonrío nuevamente.

Un día más de mi vida.

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