lunes, julio 28, 2008

Se derrumba la montaña



Pasaron lo días y me seguías sosteniendo la mano.


Mi cuerpo aún en un equilibrio minusculo. Un sólo suspiro y podía caer.


Ya no pude más. Junté todas mis fuerzas y me decidí a hablarte. Teníamos que seguir subiendo.


Con mis ojos. Con mis manos, con mis palabras y gestos te dije una y otra vez cuanto quería llegar a la cima. Cuanto quería llegar CONTIGO a la cima. En un principio y con calma te acercaste y juntaste un poco de fuerza para comenzar a levantarme. Toda mi fuerza fluía a través de tus manos, me sentía capaz de cualquier cosa.


Pero de pronto te detenías. Me devolvías a la posición original sin decirme más nada. Para luego volver a ayudarme. Ya no pude más de la desesperación. Mis ojos te miraron de frente para pedirte que siguiéramos subiendo. Me miras con una lágrima en los ojos. Tus manos se desprenden lentamente de las mías mientras tu cabeza manda lo que tu cuerpo y alma no quiere hacer. "No puedo seguir subiendo, me es muy difícil" me dices. Otra lágrima rueda por tu mejilla y ya me sueltas la mano completamente. Me miras con una mueca de horrible sufrimiento. Mientras vas descendiendo de a poco, hasta cuando ya sólo queda tu cabeza a la vista y te desapareces con un "I'm Sorry".


Miro al cielo sin entender realmente lo que estaba pasando. Cae la noche. Nace un nuevo día y vuelve a caer la noche. Me acompaña el brillo de sol, la luminosidad y belleza de las estrellas y la vía láctea. Porque sé que no voy a bajar. Siempre he tenido y tendré claro que sólo quiero llegar a la cima.

1 comentario:

Anónimo dijo...

S SS...
POECITO.
D