miércoles, julio 30, 2008

Tic Tac... Eyes Wide Open



12.00: Mi piernas ya no pueden más. Mi habitación recién limpia me invita a acostarme. Con una lentitud casi absurda me quito la ropa y me sumergo bajo las sábanas. La oscuridad es total, ni siquiera permití que el reflejo de mi laptop me prive de ella. En completa inmovilidad el silencio es también completo. Intento dejar mi mente en blanco sin lograrlo. Mis ojos abiertos intentan buscar algun punto visible.


2.00 am: Si cambié de posición, no creo haberme dado cuenta. Mis sentidos están cada vez más amplificados, ya escucho el "tic tac" de mi reloj. Mi mente sigue siendo un torbellino de pensamientos. Incredulidad. Tristeza. Dolor. No logro entender todo lo que ha pasado. Sigo pensando en como un solo minuto de mi vida fue capaz de cambiar el rumbo del resto que viene hacia adelante. Lucho contra ese pensamiento, es absurdo. No tiene lógica. Sólo tres palabras rebotan frente a mis ojos como un fogonazo de luz ambárica: "No te....". Ni siquiera intento dormir.


4.00 am: Ya no queda ni un sólo rincón de mi cama que no haya pasado por mis piernas. He intentado cada posición. 5 veces me levanto a tomar un vaso de agua. Otra 5 para ir al baño. "Tic Tac" Mi reloj me acecha como los pasos de un cazador experimentado. La rabia e impotencia llenan mi cabeza. La injusticia crece en mi pensamiento y aún no sé si dejarla entrar. Lucho absurdamente por creer en "es lo mejor" riendome de mi mismo por lo absurdo que suena.


5.00 am: Ya no aguanto. Me levanto de la cama y enciendo mi laptop. Al menos ya no escucho el maldito reloj. Leo y vuelvo a leer las líneas que atrajeron el cataclismo y me vuelvo a detener 100 veces en esas 3 palabras. Mi mente quiere creerlo, mi cuerpo y alma saben que no puede ser. Algo se me escapa. De algo me perdí. Me siento inocente, perdido. Casi como aquella sensación de cuando te gustaba una chica en primaria y mueres por darle un beso pero sabes que o ni te ha visto, o sus labios buscan otros lugares donde posarse suavemente. Una lágrima cae suavemente hasta terminar en mi boca.


6.00 am: De nuevo en mi cama... "Tic Tac"... No puedo... lo intento pero no puedo. Simplemente no voy a tirar al tacho de basura la mitad de mi corazón. Nunca voy a poder. Lo peor de todo... Es que sólo me queda la otra mitad libre. Esa mitad segregada que se puede entregar pero que siempre va a querer unirse a la otra. Probablemente no lo haga todos los días, pero basta que aparezca un detalle frente a sus ojos para que comience a bombear y sobre todo... a extrañar.


7:00 am: Me levanto. Una ducha larga me deja al menos cerrar los ojos por unos minutos. Me visto con extrema pereza. Doy una última mirada a sus ojos aún en mi velador, de donde jamás lo podré sacar porque simplemente no quiero. Me subo al ascensor... Un nuevo día o bien la continuación del anterior...


Tic Tac....

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