Vamos a retroceder un poco en el tiempo. Ella me reveló algo por lo que estaba pasando que me heló la sangre. Yo no sabía como reaccionar. Lo que debía hacer era escapar ahí mismo, pero no quería. No se sentía como lo correcto. Yo me quería quedar, desde antes de ese día y para siempre. Por lo que le di 2 semanas para que le diera fin a su calvario... y al mío. No sé si lo demostré, pero estaba luchando contra todos mis sentidos y dejandome llevar por mis instintos.
Así, antes de que se cumplieran las dos semanas, entré a su departamente y la vi en su cama con su laptop en sus piernas y llorando. No alcancé ni a preguntarle que le pasaba cuando me respondió "It's Over". Realmente, en ese momento no supe que hacer. Por un lado quería sonreir y saltar. Por el otro, la quería consolar. Un burdo "Are you Ok" salió de mi boca. Jamás suficiente para la situación. Me mintió blancamente con un "Sí" y me acerqué a ella para acompañarla.
Muchas veces, uno toma decisiones en base a la experiencia del pasado. A lo que está acostumbrado. A lo que nos enseñaron. Basamos en nuestra educación (entiendase educación no solo como la formal ya que ésta es sólo una pequeña parte) el como se supone que tenemos que actuar. Bueno, si así hubiese sido. Nada de lo que pasó en adelante hubiese ocurrido. Me hubiese perdido de las días más increibles y más felices de mi vida. ¿Entonces? ¿ Cómo lo hacemos?
Como siempre, se trata de equilibrio. No podemos siempre lanzarnos al vacío ni tampoco quedarnos en lo que sabemos, confiamos y conocemos (que para mi es aún peor). Las nuevas experiencias muchas veces son dificiles, pero son las que van llenando nuestra vida de riqueza y nos hacen crecer y madurar. No me arrepiento ni un centimetro de mi decisión de quedarme ahí y esperar. Creo que fue lo mejor que he hecho en mi vida. No prejuzgar. Mi media naranja valió cada centimetro de duda y sufrimiento por lo que pasé.
Más adelante, pasé por una situación de duda nuevamente, donde tuve que retomar la decisión de seguir o cambiar el camino... "Dar vuelta la página". Nuevamente, tomé la decisión de seguir. Contra todo consejo y contra toda razón. Por supuesto, contra todo lo que yo creía que se debía hacer en una situación como esa. ¿Resultado? Nuevamente, no me arrepentí y hasta el día de hoy tengo certeza de que fue la mejor decisión.
Con esto quiero tratar de mostrar que no podemos ser de sangre fría, aunque hay que tener cuidado con siempre tener la sangre caliente. Tampoco es sano. Es verdad que todas las cosas pasan por algo. A veces, para demostrarnos que la experiencia tenía razón, a veces para darnos una dura lección de vida y a veces, para mostrarnos el camino. Creo también, que a veces es para probar nuestro temple y usar ese momento como una prueba. Prueba de que somos capaces de pasar las vallas que dificultan nuestro caminar ("escalar") en pos de forjar con más fuerza lo que viene hacia adelante. Tengo la certeza de esto ya que por mucho que una persona sea "madura" en general, siempre tenemos nuestro lado de inmadurez que lamentablemente para algunos, requiere lecciones que sólo aquellos de alto talante son capaces de soportar y tomarlo como una lección aprendida y para mejor.
Yo sé que aprendí mi lección y así como todas las grandes lecciones en mi vida (como la confianza de mis padres), necesité una gran caída para entender que las cosas no se pueden hacer simplemente como yo quiero. Que no todo va a tomar el camíno que yo elegí y que mis "estrategias" definitivamente no son perfectas (que lejos de serlo!). Como bien dice mi cantautor favorito "1+1=1...ve y practicalo".
Sólo espero que mis líneas hablen por mi cuando sé que el hablar no es suficiente.
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